En este post quiero compartir con vosotros una de mis últimas experiencias en un proceso de aprendizaje. Es muy especial para mí poder seguir la vida de una persona en la que, a través del proceso de aprendizaje, veo una evolución positiva para ella, habiendo conseguido lo que quiere y teniendo una mayor satisfacción en su vida.
Cuando él acudió a mi centro vi a alguien con muchos recursos pero superado por las circunstancias de su vida: situaciones laborales insatisfactorias y la enfermedad congénita de su hijo hacían que se sintiera desbordado e incapaz de gestionar el momento. Por un lado se sentía angustiado y ahogado y por el otro con un un gran resentimiento. Además, los niveles de energía y respiración eran muy bajos.
Despedirme temporalmente de él es un gusto, después de verle con los recursos necesarios para afrontar positivamente su vida: está más contento y ya no se conforma con las situaciones que no le gustan, digiriendo todo aquello que le duele y que no puede cambiar y actuando en todo aquello que puede cambiar. Hoy se siente más capaz y mucho más contento. Para mí esto es una clara motivación para seguir haciendo mi trabajo.
Os dejo con su experiencia en primera persona:
«Mediante el Método Grinberg he aprendido a identificar y a darme cuenta de aquellas situaciones donde me bloqueaba y donde era incapaz de seguir adelante.
Sin ser del todo consciente, me iba apagando y empezaba a tener un sentimiento de frustración y de estar enfadado con el mundo, producto de no exteriorizar las emociones, de encerrarme en mí mismo y de falta de coraje para poder salir de la espiral negativa en la que me encontraba.
Es por eso que decidí comenzar un proceso de aprendizaje del método Grinberg con Ana Cuesta en Sabadell.
Ahora, sólo notando mi cuerpo, soy consciente de las señales de alarma que me da y puedo reaccionar a tiempo, lo que me permite ver con más claridad cómo afrontar aquellos temas que antes no me dejaban avanzar y, lo más importante, encontrar una solución.»