Ayer estuvimos grabando la experiencia de Aida y los cambios en su vientre. Son momentos dulces y amargos a la vez cuando te despides de un cliente, con la satisfacción de haber conseguido el propósito del proceso y con la pena al despedirte, deseándole lo mejor sabiendo que algo ha terminado. Mientras grabábamos las imagenes finales para el vídeo que pronto os presentaré, comentábamos lo emocionante que resulta para mi servir las intenciones y deseos del cuerpo, que no siempre encajan con lo que la mente dice. Yo, a veces, tengo la sensación de que hay toda una vida sucediendo en el cuerpo del cliente y yo entro por un tiempo en ese universo. Es una sensación muy especial sentirme parte de esa otra vida sucediendo junto a mi. Y es que un cuerpo sano siempre busca vivir en la mayor de sus capacidades.
Pues lo que os contaba, que próximamente podré presentaros un nuevo video donde se podrán ver imágenes antes de empezar a recibir sesiones, a mitad del proceso y al final. Para mi, su proceso fundamentalmente la ha enseñado a gestionar el dolor físico y emocional conectado a la cicatriz, consiguiendo digerir una situación traumática para ella y ganando una gran fuerza y determinación que la ha hecho, entre otras cosas, que haya dado espacio propio a su proyecto profesional.
Aquí lo cuenta Aida como ha sido su proceso:
«En un any he vist molts canvis, no només físics, sino també a nivell emocional, creatiu..
Aquest treball ha estat molt intens, vaig començar amb una ferida amb més de 7 anys, vermellosa, ampla, que picava, que em molestava i acabo amb una cicatriu del color de la carn, més estreta i amb cap síntoma de picor o escuor.
He aprés a no engantxar-me en la ràbia, a ser valenta i enfrontar-me al, acollint i sentint. He aprés a posar-hi més atenció al cos, a la cicatriu i a mi mateixa, he aprés a desbloquejar (encara en procés).
El canvi físic és molt visible i l’emocional també, coses que estaven en l’aire, “obertes” he aconseguit tancar-las, he decidit anar a materialitzar quelcom i ho he fet, he tancat el que estaba obert, atrevint-me, sense por.
Ha estat un treball molt intens, dur de vegades, dolorós, d’altres, però sobretot sanador.»
anacuesta.net 